¿Por qué instalar Cámaras de reconocimiento facial en empresas?
Las cámaras de reconocimiento facial están cada vez más extendidas. Hasta los teléfonos inteligentes las tienen su uso se extendió especialmente a partir de la pandemia COVID-19, pero en realidad esta tecnología entró en nuestras vidas en 2017. En las empresas tienen básicamente dos funciones, identificación y autenticación. Sin embargo, pueden utilizarse para mucho más que la seguridad tradicional. Por ejemplo, mejorar la experiencia de cliente, marketing y publicidad, salud, servicios bancarios y mucho más.
¿Cómo funcionan las cámaras de reconocimiento facial?
Repasemos brevemente el funcionamiento de estos equipos. Básicamente, el reconocimiento facial es una forma de inteligencia artificial biométrica. Recordemos también que el sistema de reconocimiento facial de, por ejemplo, un teléfono móvil, es diferente al de las cámaras.
El reconocimiento facial del móvil solo reconoce una persona como única propietaria del dispositivo. En cambio, las cámaras trabajan con una base de datos que puede llegar a ser gigantesca. Pero veamos cómo funcionan las cámaras de reconocimiento facial.
- Detección de rostros. La cámara localiza un rostro, ya sea porque lo busca o la persona se posiciona delante la cámara.
- Análisis biométrico. El sistema captura y analiza una imagen del rostro a partir de su geometría. Los factores clave son distancia entre ojos, profundidad de ciencias, distancia entre la frente y el mentón, forma de los pómulos, contorno de labios, orejas y mentón.
- Conversión a datos. La imagen se convierte en datos. De hecho, el rostro se transforma en una fórmula matemática. Si detecta una coincidencia con su base de datos, da lugar a una acción, que puede ser por ejemplo permitir o bloquear el paso o activar una alarma, entre otras funciones.
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Utilidades de las cámaras de reconocimiento facial en empresas
- Control de accesos. Brinda un acceso rápido y seguro a los empleados ya que la identificación suele tomar alrededor de 1 segundo. También para identificación de huéspedes y clientes en hotelería, gimnasios u otras actividades.
- Supervisión de asistencia. Se utilizan a la entrada y salida del lugar de trabajo para verificar la asistencia laboral.
- Reducción del delito. Se utiliza para identificar ladrones conocidos al ingreso a una tienda.
- Prevención de COVID-19. Los dispositivos detectan si las personas están utilizando la mascarilla. También pueden estar equipadas con un termómetro para verificar la temperatura corporal al ingreso al establecimiento.
- Mejora de la experiencia de cliente. La cámara puede reconocer al cliente y recomendarle los productos en función de compras anteriores. El pago con reconocimiento facial elimina las colas frente a las cajas. En distintas industrias como viajes y hoteles se utiliza para personalizar los servicios a los clientes.
- Publicidad y marketing. Esta tecnología permite recopilar datos para juzgar cómo reaccionan las personas ante sus productos. En una etapa más avanzada, pueden activar anuncios dirigidos.
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Responsabilidades en la protección de datos captados
Los datos utilizados por las cámaras de reconocimiento facial se encuentran dentro de la categoría de datos biométricos.
Según las leyes argentinas, los datos biométricos son datos personales. En realidad, un tipo especial de datos obtenidos mediante un tratamiento técnico específico, que permiten la identificación única de una persona.
Estos datos están protegidos por la Ley 23523 de Datos Personales. Para que una base de datos incluya los datos personales, es necesario el consentimiento de la persona, excepto ciertos casos determinados por la ley.
Se debe decir que hay un amplio movimiento mundial en contra del reconocimiento facial. Estos movimientos la consideran intrusiva y peligrosa, ya que existe el riesgo de que las bases de datos sean vulneradas, filtradas o robadas.
Además, la ven como una tecnología desproporcionada en función de los objetivos que persigue. Por ejemplo, para verificar la identidad en un trámite en oficinas públicas, puede ser sustituida por otros métodos menos invasivos.
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Más allá de esto, las empresas que cuenten con cámaras de reconocimiento facial deben cumplir con las obligaciones que establece la ley, dando a esos datos el tratamiento correspondiente e informando a los titulares acerca de sus derechos.
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